Que va y que viene.

A veces las horas pueden parecer minutos, y a veces, un solo segundo puede durar toda la vida- Ted Mosby

El tiempo es extraño, si demasiado, hay veces en que te agarras a el como sino hubiera nada más con que vivir, tal es así, que nos agobia y nos falta, sentimos el tic-tac en las venas como si los segundos que nos quedan estuviesen contados y quemaran en el pecho y eso, acaba por destrozarte. En cambio, a veces el tiempo se estira, sin saber porque o como, nos da treguas interminables, que no somos capaces ni de comprender ni de soportar. El tiempo se comporta de forma desigual sin explicación racional posible, me refiero claro está, a nuestra percepción del mismo. Pero aún así, no puedo dejar de pensar que el tiempo, al igual que nosotros, es egoísta y desconsiderado, no piensa en el sufrimiento ajeno, no se preocupa del dolor ni de la pena. El tiempo no existe, nosotros lo inventamos, y como cada cosa que es creación nuestra, puede tanto darte la vida como aplastarte. Nos cuesta acostumbrarnos al ritmo. Los minutos duran lo mismo, 60 segundos, las horas siguen siendo 60 minutos, pero eso es indiferente. Cuando un revés azota tu vida, el tiempo se detiene en ese dolor, el dolor se detiene dentro de ti y tu te detienes del mundo, aunque siga girando, como una imagen congelada de una película. Y así es como nos quedamos parados en un punto, aunque creamos que estamos avanzando y superando el trauma, de repente un segundo insignificante te bloquea sin más y vuelves a un momento anterior, como cuando restauras el sistema de tu ordenador y busca un punto en el tiempo anterior a...El tiempo solo deja de funcionar así, a saltos y a parones, cuando tu vida se estabiliza, esa persona aparece o encauzas a donde tienes que ir, quizás el tiempo comienza a funcionar bien, cuando tu cabeza se prepara, cuando te sientes feliz con las cosas sencillas o cuando dejas de darle importancia a insignificantes gestos, cuando valoras más lo que tienes que lo que te falta, cuando un beso lo significa todo o unas risas con amigos son tu salvación. Hay que dar tiempo al tiempo para cicatrizar y hay que acelerar el proceso cuando no tenga sentido regodearse en la pena. A mi personalmente, el tiempo me gusta que pase lo suficientemente rápido como para saber que es real y lo suficientemente lento para sentir cada segundo sin perdérmelo. El tiempo, lo pones tú.