miércoles, 24 de marzo de 2010

Andrés

No puedo no decirte, lo mucho que te quiero. No te quiero por nada en especial, la verdad quizás solo por esas pequeñas y estúpidas cosas que hacen aún más intenso este sentimiento. Por esa forma que tienes de bajarte las camisetas porque te da rabia que se quede arrugada, por ese movimiento que haces con la nariz cuando tienes alergia, por tus frases y palabras que dices en cualquier momento aunque no tenga nada que ver con lo que decimos y siempre se me pegan, porque siempre tienes respuestas para todo aunque muchas veces creo que te las inventas, porque siempre que voy a tu casa me sacas cosas para comer, porque me encanta cuando vamos en el coche juntos y me enchufas los cigarros o porque siempre conduzco con una mano para que tú me cojas la otra. Quizás te quiero más porque siempre me pones de los nervios porque eres un tardón y yo uo tengo paciencia o porque me haces reir con cualquier tonteria...no sé aún si te quiero más cuando jugamos a hacernos cosquillas o cuando cantamos estopa a toda voz. Pero por encima de todo, el momento en que sé de verdad que te amo, sin dudas y sin historias es cuando me despido de ti en el portal de mi casa y me das un beso de buenas noches y me dices, "ahora te envio un mensaje cuando llegue a casa". Ese momento, es mágico.

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