martes, 30 de marzo de 2010

Por si el viento me arrastra a playas desiertas



La verdad es que he estado pensado bastante sobre esto que voy a escribir, no es nada trascendente, no habla de ningún problema importante ni de sus soluciones son solo un par de historias o recuerdos sobre la vida, sobre las personas normales, historias que perfectamente podría contar cualquier ser humano de este mundo. Quiero primero que todo pedir perdon a Canches porque le prometí que mi proxima actualización sería de cosas graciosas, pero aún no me apetece, y eso que estoy muy feliz, pero para mi es más complicado escribir algo gracioso de verdad. Te prometo que te la debo. En segundo lugar quiero decir que estas historias han surgido del improvisamiento del recuerdo de una noche y sobre todo por dos cosas, una frase que lei en una novela y una canción que escuché esta tarde, la he escuchado miles de veces como cualquier persona porque es pajaros de barro, pero hoy la escuché de otro modo, tampoco sabría explicar como, pero hoy ha sido diferente.

Lo que más recuerdo de cuando era niña, e incluso aún lo vivo y siempre me parece un recuerdo, porque es algo muy especial, son los sabados por la mañana que no tenía hora para levantarme siempre me quedaba en la cama despierta a escuchar como mis padres se leventaban, hablaban entre ellos y se vestían para ir al trabajo, es algo que sigo viviendo y me encanta, cierro muy fuerte los ojos y les escucho hacer las cosas cotidianas: el agua de la ducha, mi madre arreglando la cocina, el transistor de mi padre como él le llama, la voz de mi madre diciendole que se de prisa. Creo que cuando sea mucho más mayor será mi recuerdo más bonito.

Otro recuerdo, que para mi se antoja muy lejano y muy cercano a la vez, es la primera vez que me dijó que me quería,la primera vez que me dijo que me quería de verdad. Lo recuerdo muy bien, porque fue una tarde de domingo, 18 de Noviembre de 2007, una tarde normal como cualquier otra, y que creo que ninguno de los pensó que iba a ser tan trascendente. En ese momento no supe la magnitud que tendría esto, tampoco el tiempo que duraría, ni lo intenso que sería y él sabe igual que yo sé que las hemos pasado putas, o no? No ha sido un camino fácil, más bien todo lo contrario, pero hoy más de dos años despues sé que hicimos lo correcto, sé que el destino quiso que pasara y si estamos aquí y lo más importante si estamos aquí juntos es por algo, y ese algo es muy grande.

Como recuerdos importantes tego unos cuantos, recuerdo muchos recreos de risas,motos y casa isa, recuerdo un 22 de Diciembre de hace ya algún tiempo, recuerdo lo mal que lo pasé cuando papá no estaba bien,recuerdo todas esas conversaciones que duraban eternamente,recuerdo el día que sin decirlo, nos juramos hermanas para siempre, recuerdo el primer momento en que pensé que era afortunada por teneros y aquella noche de no hace mucho en que las 4 lloramos como idiotas, pero eramos nosotras y eso era bastante para llorar de alegría.

La vida está llena de recuerdos felices y tristes, yo he aprendido a quedarme con los felices y recordarlos tomando una cerveza con una buena amiga, aunque los tristes son los que te marcan, los que te enseñan y los que te hacen ser como eres. Yo solo doy gracias por poder tener esos momentos felices y cuando lo necesite realmente sacarlos de mi mente y poder decir que si esto merece la pena es por esos instantes.

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